sábado, 5 de enero de 2008

Surcar los cielos

Esta humilde bitácora estuvo a punto de ser escrita desde el Nautilus. Sí, cómo lo oyen; pero finalmente me hicieron desistir dos poderosas razones.
La primera, que mi muy querido capitán Nemo, pese a su caracter taciturno, resultó ser mucho mejor jugador de póker que el profesor Robur.
La segunda es que para mí por lo menos, el steampunk tiene más que ver con el sueño de la humanidad de volar que con surcar las profundidades marinas.No es casual que las gafas de piloto sean la bandera estética del steampunk (sin ánimo de menospreciar el uso que hacen nuestros compañeros científicos de lo improbable de las gafas de protección; ¡trabaje seguro!),ni que uno de los lugares comunes más queridos por los que somos aficionados a este pasado que nunca existió sean las aeronaves y globos aerostáticos de toda clase y condición,como nuestro Albatros:




Aquí sin acompañamiento aéreo:



Bueno, no tiene la línea del Invencible o el Red Rose, pero a cambio es considerablemente más grande.Por cierto, si pulsan sobre las imágenes podrán acceder a una galería de grabados de la novela de Verne Robur el conquistador.No hay de qué, estamos para verles felices y correteando entre hélices y engranajes.

3 comentarios:

Daniel Bartual dijo...

Una nave muy bonita, si señor.

Muy interesante el nuevo blog.

Chache dijo...

Estimpunc, estimpunc... ¡se te ha olvidado mencionar La liga de los hombres extraordinarios (la peli, claro, los tebeos son pa niños) y Van Helsing!! ¡Queremos post sobre eso YA!

Ms. Delphine dijo...

¡No se me olvida, es que me sobra material por todas partes!Tengo que mencionar la Liga, y Van Helsing, y todo el manga y anime que entra en el género,y a los de Abney Park, y el próximo-próximo proyecto de Pixar, y los cachivaches de Crabfu...¡es que son muchas cosas!

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